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Maveth

Sustantivo Masculino
[mwth]

muerte
160 veces
(1) Génesis 21:16 
y se fue y se sentó enfrente, a distancia de un tiro de arco; porque decía: No veré cuando el muchacho muera. Y cuando ella se sentó enfrente, el muchacho alzó su voz y lloró. 


(2) Génesis 25:11
Y sucedió, después de muerto Abraham, que Dios bendijo a Isaac su hijo; y habitó Isaac junto al pozo del Viviente-que-me-ve.

(3) Génesis 26:18
Y volvió a abrir Isaac los pozos de agua que habían abierto en los días de Abraham su padre, y que los filisteos habían cegado después de la muerte de Abraham; y los llamó por los nombres que su padre los había llamado.

(4) Génesis 27:2
Y él dijo: He aquí ya soy viejo, no sé el día de mi muerte.

(5) Génesis 27:7
Tráeme caza y hazme un guisado, para que coma, y te bendiga en presencia de Jehová antes que yo muera.

(6) Génesis 27:10 

y tú las llevarás a tu padre, y comerá, para que él te bendiga antes de su muerte.

(7) Génesis 50:16

Y enviaron a decir a José: Tu padre mandó antes de su muerte, diciendo:

(8) Éxodo 10:17
Mas os ruego ahora que perdonéis mi pecado solamente esta vez, y que oréis a Jehová vuestro Dios que quite de mí al menos esta plaga mortal.

(9) Levítico 11:31
Estos tendréis por inmundos de entre los animales que se mueven, y cualquiera que los tocarecuando estuvieren muertos será inmundo hasta la noche.

(10) Levítico 11:32 
Y todo aquello sobre que cayere algo de ellos después de muertos, será inmundo; sea cosa de madera, vestido, piel, saco, sea cualquier instrumento con que se trabaja, será metido en agua, y quedará inmundo hasta la noche; entonces quedará limpio.

(11) Levítico 16:1 

Habló Jehová a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón, cuando se acercaron delante de Jehová, y murieron.

(12) Números 6:7 

Ni aun por su padre ni por su madre, ni por su hermano ni por su hermana, podrá contaminarse cuando mueran; porque la consagración de su Dios tiene sobre su cabeza.

(13) Números 16:29 

Si como mueren todos los hombres murieren éstos, o si ellos al ser visitados siguen la suerte de todos los hombres, Jehová no me envió.

(14) Números 23:10
¿Quién contará el polvo de Jacob, o el número de la cuarta parte de Israel? Muera yo la muerte de los rectos, y mi postrimería sea como la suya.

(15) Números 26:10 

y la tierra abrió su boca y los tragó a ellos y a Coré, cuando aquel grupo murió, cuando consumió el fuego a doscientos cincuenta varones, para servir de escarmiento.

(16) Números 33:39 

Era Aarón de edad de ciento veintitrés años, cuando murió en el monte de Hor.

(17) Números 35:25
y la congregación librará al homicida de mano del vengador de la sangre, y la congregación lo hará volver a su ciudad de refugio, en la cual se había refugiado; y morará en ella hasta que muera el sumo sacerdote, el cual fue ungido con el aceite santo.

(18, 19) Números 35:28

pues en su ciudad de refugio deberá aquél habitar hasta que muera el sumo sacerdote; y después que haya muerto el sumo sacerdote, el homicida volverá a la tierra de su posesión.

(20) Números 35:32 

Ni tampoco tomaréis precio del que huyó a su ciudad de refugio, para que vuelva a vivir en su tierra, hasta que muera el sumo sacerdote.

(21) Deuteronomio 19:6
no sea que el vengador de la sangre, enfurecido, persiga al homicida, y le alcance por ser largo el camino, y le hiera de muerte, no debiendo ser condenado a muerte por cuanto no tenía enemistad con su prójimo anteriormente.

(22) Deuteronomio 21:22
Si alguno hubiere cometido algún crimen digno de muerte, y lo hiciereis morir, y lo colgareis en un madero,

(23) Deuteronomio 22:26
mas a la joven no le harás nada; no hay en ella culpa de muerte; pues como cuando alguno se levanta contra su prójimo y le quita la vida, así es en este caso.

(24) Deuteronomio 30:15
Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal;

(25) Deuteronomio 30:19
A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia;

(26) Deuteronomio 31:27
Porque yo conozco tu rebelión, y tu dura cerviz; he aquí que aun viviendo yo con vosotros hoy, sois rebeldes a Jehová; ¿cuánto más después que yo haya muerto?

(27) Deuteronomio 31:29

Porque yo sé que después de mi muerte, ciertamente os corromperéis y os apartaréis del camino que os he mandado; y que os ha de venir mal en los postreros días, por haber hecho mal ante los ojos de Jehová, enojándole con la obra de vuestras manos.

(28) Deuteronomio 33:1

Esta es la bendición con la cual bendijo Moisés varón de Dios a los hijos de Israel, antes que muriese.

(29) Deuteronomio 34:7

Era Moisés de edad de ciento veinte años cuando murió; sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor.

(30) Josué 1:1

Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo:

(31) Josué 2:13
y que salvaréis la vida a mi padre y a mi madre, a mis hermanos y hermanas, y a todo lo que es suyo; y que libraréis nuestras vidas de la muerte.

(32) Josué 20:6 

Y quedará en aquella ciudad hasta que comparezca en juicio delante de la congregación, y hasta la muerte del que fuere sumo sacerdote en aquel tiempo; entonces el homicida podrá volver a su ciudad y a su casa y a la ciudad de donde huyó.

(33) Jueces 1:1

Aconteció después de la muerte de Josué, que los hijos de Israel consultaron a Jehová, diciendo: ¿Quién de nosotros subirá primero a pelear contra los cananeos?

(34) Jueces 13:7

Y me dijo: He aquí que tú concebirás, y darás a luz un hijo; por tanto, ahora no bebas vino, ni sidra, ni comas cosa inmunda, porque este niño será nazareo a Dios desde su nacimiento hasta el día de su muerte.

(35) Jueces 16:30

Y dijo Sansón: Muera yo con los filisteos. Entonces se inclinó con toda su fuerza, y cayó la casa sobre los principales, y sobre todo el pueblo que estaba en ella. Y los que mató al morir fueron muchos más que los que había matado durante su vida.

(36) Rut 1:17
Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos.

(37) Rut 2:11 

Y respondiendo Booz, le dijo: He sabido todo lo que has hecho con tu suegra después de lamuerte de tu marido, y que dejando a tu padre y a tu madre y la tierra donde naciste, has venido a un pueblo que no conociste antes.

(38) 1 Samuel 5:11

Y enviaron y reunieron a todos los príncipes de los filisteos, diciendo: Enviad el arca del Dios de Israel, y vuélvase a su lugar, y no nos mate a nosotros ni a nuestro pueblo; porque había consternación de muerte en toda la ciudad, y la mano de Dios se había agravado allí.

(39) 1 Samuel 15:32 

Después dijo Samuel: Traedme a Agag rey de Amalec. Y Agag vino a él alegremente. Y dijo Agag: Ciertamente ya pasó la amargura de la muerte.

(40) 1 Samuel 15:35

Y nunca después vio Samuel a Saúl en toda su vida*; y Samuel lloraba a Saúl; y Jehová se arrepentía de haber puesto a Saúl por rey sobre Israel. 
- * "hasta el día de su muerte" - LBLA.

(41) 1 Samuel 20:3

Y David volvió a jurar diciendo: Tu padre sabe claramente que yo he hallado gracia delante de tus ojos, y dirá: No sepa esto Jonatán, para que no se entristezca; y ciertamente, vive Jehová y vive tu alma, que apenas hay un paso entre mí y la muerte.

(42) 1 Samuel 20:31

Porque todo el tiempo que el hijo de Isaí viviere sobre la tierra, ni tú estarás firme, ni tu reino. Envía pues, ahora, y tráemelo, porque ha de morir.

(43) 1 Samuel 26:16

Esto que has hecho no está bien. Vive Jehová, que sois dignos de muerte, porque no habéis guardado a vuestro señor, al ungido de Jehová. Mira pues, ahora, dónde está la lanza del rey, y la vasija de agua que estaba a su cabecera.

(44) 2 Samuel 1:1

Aconteció después de la muerte de Saúl, que vuelto David de la derrota de los amalecitas, estuvo dos días en Siclag. 

(45) 2 Samuel 1:23

Saúl y Jonatán, amados y queridos; inseparables en su vida, tampoco en su muerte fueron separados; más ligeros eran que águilas, más fuertes que leones.

(46) 2 Samuel 3:33

Y endechando el rey al mismo Abner, decía: ¿Había de morir Abner como muere un villano?

(47) 2 Samuel 6:23

Y Mical hija de Saúl nunca tuvo hijos hasta el día de su muerte.

(48) 2 Samuel 12:5

Entonces se encendió el furor de David en gran manera contra aquel hombre, y dijo a Natán: Vive Jehová, que el que tal hizo es digno de muerte.

(49) 2 Samuel 15:21

Y respondió Itai al rey, diciendo: Vive Dios, y vive mi señor el rey, que o para muerte o para vida, donde mi señor el rey estuviere, allí estará también tu siervo.

(50) 2 Samuel 19:28

Porque toda la casa de mi padre era digna de muerte delante de mi señor el rey, y tú pusiste a tu siervo entre los convidados a tu mesa. ¿Qué derecho, pues, tengo aún para clamar más al rey?

(51) 2 Samuel 20:3

Y luego que llegó David a su casa en Jerusalén, tomó el rey las diez mujeres concubinas que había dejado para guardar la casa, y las puso en reclusión, y les dio alimentos; pero nunca más se llegó a ellas, sino que quedaron encerradas hasta que murieron, en viudez perpetua.

(52) 2 Samuel 22:5

Me rodearon ondas de muerte, y torrentes de perversidad me atemorizaron.

(53) 2 Samuel 22:6

Ligaduras del Seol me rodearon; tendieron sobre mí lazos de muerte.

(54) 1 Reyes 2:26

Y el rey dijo al sacerdote Abiatar: Vete a Anatot, a tus heredades, pues eres digno de muerte; pero no te mataré hoy, por cuanto has llevado el arca de Jehová el Señor delante de David mi padre, y además has sido afligido en todas las cosas en que fue afligido mi padre.

(55) 1 Reyes 11:40

Por esto Salomón procuró matar a Jeroboam, pero Jeroboam se levantó y huyó a Egipto, a Sisac rey de Egipto, y estuvo en Egipto hasta la muerte de Salomón.

(56) 2 Reyes 1:1

Después de la muerte de Acab, se rebeló Moab contra Israel.

(57) 2 Reyes 2:21

Y saliendo él a los manantiales de las aguas, echó dentro la sal, y dijo: Así ha dicho Jehová: Yo sané estas aguas, y no habrá más en ellas muerte ni enfermedad.

(58) 2 Reyes 3:5

Pero muerto Acab, el rey de Moab se rebeló contra el rey de Israel.

(59) 2 Reyes 4:40

Después sirvió para que comieran los hombres; pero sucedió que comiendo ellos de aquel guisado, gritaron diciendo: ¡Varón de Dios, hay muerte en esa olla! Y no lo pudieron comer.

(60) 2 Reyes 14:17

Y Amasías hijo de Joás, rey de Judá, vivió después de la muerte de Joás hijo de Joacaz, rey de Israel, quince años.

(61) 2 Reyes 15:5

Mas Jehová hirió al rey con lepra, y estuvo leproso hasta el día de su muerte, y habitó en casa separada, y Jotam hijo del rey tenía el cargo del palacio, gobernando al pueblo.

(62) 1 Crónicas 2:24

Muerto Hezrón en Caleb de Efrata, Abías mujer de Hezrón dio a luz a Asur padre de Tecoa.

(63) 1 Crónicas 22:5

Y dijo David: Salomón mi hijo es muchacho y de tierna edad, y la casa que se ha de edificar a Jehová ha de ser magnífica por excelencia, para renombre y honra en todas las tierras; ahora, pues, yo le prepararé lo necesario. Y David antes de su muerte hizo preparativos en gran abundancia.

(64) 2 Crónicas 22:4

Hizo, pues, lo malo ante los ojos de Jehová, como la casa de Acab; porque después de la muerte de su padre, ellos le aconsejaron para su perdición.

(65) 2 Crónicas 24:15

Mas Joiada envejeció, y murió lleno de días; de ciento treinta años era cuando murió.

(66) 2 Crónicas 24:17

Muerto Joiada, vinieron los príncipes de Judá y ofrecieron obediencia al rey; y el rey los oyó.

(67) 2 Crónicas 24:22
Así el rey Joás no se acordó de la misericordia que Joiada padre de Zacarías había hecho con él, antes mató a su hijo, quien dijo al morir: Jehová lo vea y lo demande.

(68) 2 Crónicas 25:25
Y vivió Amasías hijo de Joás, rey de Judá, quince años después de la muerte de Joás hijo de Joacaz, rey de Israel.

(69) 2 Crónicas 26:21 


Así el rey Uzías fue leproso hasta el día de su muerte, y habitó leproso en una casa apartada, por lo cual fue excluido de la casa de Jehová; y Jotam su hijo tuvo cargo de la casa real, gobernando al pueblo de la tierra.

(70) 2 Crónicas 32:33
Y durmió Ezequías con sus padres, y lo sepultaron en el lugar más prominente de los sepulcros de los hijos de David, honrándole en su muerte todo Judá y toda Jerusalén; y reinó en su lugar Manasés su hijo.

(71) Ester 2:7
Y había criado a Hadasa, es decir, Ester, hija de su tío, porque era huérfana; y la joven era de hermosa figura y de buen parecer. Cuando su padre y su madre murieron, Mardoqueo la adoptó como hija suya.

(72) Job 3:21

Que esperan la muerte, y ella no llega, aunque la buscan más que tesoros;

(73) Job 5:20 

En el hambre te salvará de la muerte, y del poder de la espada en la guerra.

(74) Job 7:15

Y así mi alma tuvo por mejor la estrangulación, y quiso la muerte más que mis huesos.

(75) Job 18:13

La enfermedad roerá su piel, y a sus miembros devorará el primogénito de la muerte.

(76) Job 27:15

Los que de él quedaren, en muerte serán sepultados, y no los llorarán sus viudas.

(77) Job 28:22

El Abadón y la muerte dijeron: su fama hemos oído con nuestros oídos.

(78) Job 30:23

Porque yo sé que me conduces a la muerte, y a la casa determinada a todo viviente.

(79) Job 38:17

¿Te han sido descubiertas las puertas de la muerte, y has visto las puertas de la sombra de muerte?

(80) Salmo 6:5

Porque en la muerte no hay memoria de ti; en el Seol, ¿quién te alabará?

(81) Salmo 7:13

Asimismo ha preparado armas de muerte, y ha labrado saetas ardientes.

(82) Salmo 9:13

Ten misericordia de mí, Jehová; mira mi aflicción que padezco a causa de los que me aborrecen, tú que me levantas de las puertas de la muerte,

(83) Salmo 13:3

Mira, respóndeme, oh Jehová Dios mío; alumbra mis ojos, para que no duerma de muerte;

(84) Salmo 18:4

Me rodearon ligaduras de muerte, y torrentes de perversidad me atemorizaron.

(85) Salmo 18:5

Ligaduras del Seol me rodearon, me tendieron lazos de muerte.

(86) Salmo 22:15

Como un tiesto se secó mi vigor, y mi lengua se pegó a mi paladar, y me has puesto en el polvo de la muerte.

(87) Salmo 33:19

Para librar sus almas de la muerte, y para darles vida en tiempo de hambre.

(88) Salmo 49:14

Como a rebaños que son conducidos al Seol, la muerte los pastoreará, y los rectos se enseñorearán de ellos por la mañana; se consumirá su buen parecer, y el Seol será su morada.

(89) Salmo 49:17

Porque cuando muera no llevará nada, ni descenderá tras él su gloria.

(90) Salmo 55:4

Mi corazón está dolorido dentro de mí, y terrores de muerte sobre mí han caído.

(91) Salmo 55:15

Que la muerte les sorprenda; desciendan vivos al Seol, porque hay maldades en sus moradas, en medio de ellos.

(92) Salmo 56:13

Porque has librado mi alma de la muerte, y mis pies de caída, para que ande delante de Dios en la luz de los que viven.

(93) Salmo 68:20

Dios, nuestro Dios ha de salvarnos, y de Jehová el Señor es el librar de la muerte.

(94) Salmo 73:4 

Porque no tienen congojas por su muerte, pues su vigor está entero.

(95) Salmo 78:50 

Dispuso camino a su furor; no eximió la vida de ellos de la muerte, sino que entregó su vida a la mortandad.

(96) Salmo 89:48

¿Qué hombre vivirá y no verá muerte? ¿Librará su vida del poder del Seol? 

(97) Salmo 107:18
Su alma abominó todo alimento, y llegaron hasta las puertas de la muerte.

(98) Salmo 116:3

Me rodearon ligaduras de muerte, me encontraron las angustias del Seol; angustia y dolor había yo hallado.

(99) Salmo 116:8

Pues tú has librado mi alma de la muerte, mis ojos de lágrimas, y mis pies de resbalar.

(100) Salmo 116:15

Estimada es a los ojos de Jehová la muerte de sus santos.

(101) Salmo 118:18

Me castigó gravemente JAH, mas no me entregó a la muerte.

(102) Proverbios 2:18

Por lo cual su casa está inclinada a la muerte, y sus veredas hacia los muertos;

(103) Proverbios 5:5

Sus pies descienden a la muerte; sus pasos conducen al Seol.

(104) Proverbios 7:27

Camino al Seol es su casa, que conduce a las cámaras de la muerte.

(105) Proverbios 8:36

Mas el que peca contra mí, defrauda su alma; todos los que me aborrecen aman la muerte.

(106) Proverbios 10:2

Los tesoros de maldad no serán de provecho; mas la justicia libra de muerte.

(107) Proverbios 11:4

No aprovecharán las riquezas en el día de la ira; mas la justicia librará de muerte.

(108) Proverbios 11:7

Cuando muere el hombre impío, perece su esperanza; y la expectación de los malos perecerá.

(109) Proverbios 11:19

Como la justicia conduce a la vida, así el que sigue el mal lo hace para su muerte.

(110) Proverbios 12:28

En el camino de la justicia está la vida; y en sus caminos no hay muerte.

(111) Proverbios 13:14

La ley del sabio es manantial de vida para apartarse de los lazos de la muerte.

(112) Proverbios 14:12

Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte.

(113) Proverbios 14:27

El temor de Jehová es manantial de vida para apartarse de los lazos de la muerte.

(114) Proverbios 14:32

Por su maldad será lanzado el impío; mas el justo en su muerte tiene esperanza.

(115) Proverbios 16:14

La ira del rey es mensajero de muerte; mas el hombre sabio la evitará.

(116) Proverbios 16:25

Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte.

(117) Proverbios 18:21

La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos.

(118) Proverbios 21:6

Amontonar tesoros con lengua mentirosa es aliento fugaz de aquellos que buscan la muerte.

(119) Proverbios 24:11

Libra a los que son llevados a la muerte; salva a los que están en peligro de muerte.

(120) Proverbios 26:18

Como el que enloquece, y echa llamas y saetas y muerte,

(121, 122) Eclesiastés 3:19

Porque lo que sucede a los hijos de los hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros, y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad.

(123) Eclesiastés 7:1

Mejor es la buena fama que el buen ungüento; y mejor el día de la muerte que el día del nacimiento.

(124) Eclesiastés 7:26

Y he hallado más amarga que la muerte a la mujer cuyo corazón es lazos y redes, y sus manos ligaduras. El que agrada a Dios escapará de ella; mas el pecador quedará en ella preso.

(125) Eclesiastés 8:8

No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte; y no valen armas en tal guerra, ni la impiedad librará al que la posee.

(126) Eclesiastés 10:1

Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al perfume del perfumista; así una pequeña locura, al que es estimado como sabio y honorable.

(127) Cantares 8:6

Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo; porque fuerte es como la muerte el amor; duros como el Seol los celos; sus brasas, brasas de fuego, fuerte llama.

(128) Isaías 6:1

En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.

(129) Isaías 14:28

En el año que murió el rey Acaz fue esta profecía:

(130) Isaías 25:8

Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho.

(131) Isaías 28:15

Por cuanto habéis dicho: Pacto tenemos hecho con la muerte, e hicimos convenio con el Seol; cuando pase el turbión del azote, no llegará a nosotros, porque hemos puesto nuestro refugio en la mentira, y en la falsedad nos esconderemos;

(132) Isaías 28:18

Y será anulado vuestro pacto con la muerte, y vuestro convenio con el Seol no será firme; cuando pase el turbión del azote, seréis de él pisoteados.

(133) Isaías 38:18

Porque el Seol no te exaltará, ni te alabará la muerte; ni los que descienden al sepulcro esperarán tu verdad.

(134) Isaías 53:9

Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.

(135) Isaías 53:12

Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores,habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.

(136) Jeremías 8:3

Y escogerá la muerte antes que la vida todo el resto que quede de esta mala generación, en todos los lugares adonde arroje yo a los que queden, dice Jehová de los ejércitos.

(137) Jeremías 9:21

Porque la muerte ha subido por nuestras ventanas, ha entrado en nuestros palacios, para exterminar a los niños de las calles, a los jóvenes de las plazas.

(138, 139) Jeremías 15:2

Y si te preguntaren: ¿A dónde saldremos? les dirás: Así ha dicho Jehová: El que a muerte, a muerte; el que a espada, a espada; el que a hambre, a hambre; y el que a cautiverio, a cautiverio.

 (140) Jeremías 18:21

Por tanto, entrega sus hijos a hambre, dispérsalos por medio de la espada, y queden sus mujeres sin hijos, y viudas; y sus maridos sean puestos a muerte, y sus jóvenes heridos a espada en la guerra.

(141) Jeremías 18:23

Pero tú, oh Jehová, conoces todo su consejo contra mí para muerte; no perdones su maldad, ni borres su pecado de delante de tu rostro; y tropiecen delante de ti; haz así con ellos en el tiempo de tu enojo.

(142) Jeremías 21:8

Y a este pueblo dirás: Así ha dicho Jehová: He aquí pongo delante de vosotros camino de vida y camino de muerte.

(143) Jeremías 26:11

Entonces hablaron los sacerdotes y los profetas a los príncipes y a todo el pueblo, diciendo: En pena de muerte ha incurrido este hombre; porque profetizó contra esta ciudad, como vosotros habéis oído con vuestros oídos.

(144) Jeremías 26:16

Y dijeron los príncipes y todo el pueblo a los sacerdotes y profetas: No ha incurrido este hombre en pena de muerte, porque en nombre de Jehová nuestro Dios nos ha hablado.

(145, 146) Jeremías 43:11

Y vendrá y asolará la tierra de Egipto; los que a muerte, a muerte, y los que a cautiverio, a cautiverio, y los que a espada, a espada.

(147) Jeremías 52:11

No obstante, el rey de Babilonia sólo le sacó los ojos a Sedequías, y le ató con grillos, y lo hizo llevar a Babilonia; y lo puso en la cárcel hasta el día en que murió.

(148) Jeremías 52:34

Y continuamente se le daba una ración de parte del rey de Babilonia, cada día durante todos los días de su vida, hasta el día de su muerte.

(149) Lamentaciones 1:20

Mira, oh Jehová, estoy atribulada, mis entrañas hierven. Mi corazón se trastorna dentro de mí, porque me rebelé en gran manera. Por fuera hizo estragos la espada; por dentro señoreó lamuerte.

(150) Ezequiel 18:23

¿Quiero yo la muerte del impío? dice Jehová el Señor. ¿No vivirá, si se apartare de sus caminos?

(151) Ezequiel 18:32

Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehová el Señor; convertíos, pues, y viviréis.

(152) Ezequiel 28:10

De muerte de incircuncisos morirás por mano de extranjeros; porque yo he hablado, dice Jehová el Señor.

(153) Ezequiel 31:14

para que no se exalten en su altura todos los árboles que crecen junto a las aguas, ni levanten su copa entre la espesura, ni confíen en su altura todos los que beben aguas; porque todos están destinados a muerte, a lo profundo de la tierra, entre los hijos de los hombres, con los que descienden a la fosa.

(154) Ezequiel 33:11

Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel?

(155, 156) Oseas 13:14

De la mano del Seol los redimiré, los libraré de la muerte. Oh muerte, yo seré tu muerte; y seré tu destrucción, oh Seol; la compasión será escondida de mi vista.
- "¿De la garra del seol los libraré, de la muerte los rescataré? ¿Dónde están, muerte, tus pestes, dónde tu contagio, seol? La compasión está oculta a mis ojos." BJ.

 (157) Jonás 4:3

Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida.

(158) Jonás 4:8

Y aconteció que al salir el sol, preparó Dios un recio viento solano, y el sol hirió a Jonás en la cabeza, y se desmayaba, y deseaba la muerte, diciendo: Mejor sería para mí la muerte que la vida.

(159) Jonás 4:9

Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tanto te enojas por la calabacera? Y él respondió: Mucho me enojo, hasta la muerte.

(160) Habacuc 2:5

Y también, el que es dado al vino es traicionero, hombre soberbio, que no permanecerá; ensanchó como el Seol su alma, y es como la muerte, que no se saciará; antes reunió para sí todas las gentes, y juntó para sí todos los pueblos.

EL DIOS QUE YO CONOZCO

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