Khirbet Qumran, unas ruinas ubicadas en las proximidades de la primera caverna, yacen cerca de la desembocadura del Wadi Qumran, que entra en el mar Muerto a unos trece kilómetros al sur de Jericó.
Cuando se excavaron esas ruinas, se descubrió que había existido allí la parte principal de una comunidad constituida por una secta judía sumamente estricta, probablemente los esenios. Las excavaciones arrojaron mucha luz acerca de la vida de la secta, cuyos miembros habían sido los propietarios de los rollos encontrados en el vecindario. En esta especie de monasterio los miembros de la secta trabajaban, comían, llevaban a cabo sus rituales religiosos y adoraban juntos a su Dios, aunque vivían en las cavernas circundantes.
Los edificios de Qumran fueron destruidos en la primera guerra entre los judíos y los romanos (años 66-76 DC). Probablemente los miembros de esa secta perecieron en esos años, porque a partir de entonces el grupo desapareció. Al parecer muchos de los rollos fueron ocultados en las cavernas ante la amenaza de destrucción. Los dueños nunca regresaron en busca de ese material.
Los manuscritos encontrados son de naturaleza variada.
En la primera caverna se encontró una copia completa y otra incompleta del libro de Isaías, una parte de un comentario sobre Habacuc y fragmentos del Génesis, Deuteronomio, Jueces y Daniel - todos escritos en el estilo de la escritura hebrea utilizada después del exilio en Babilonia - y fragmentos del Levítico en escritura preexílica.
En otras cavernas se encontraron grandes porciones de los Salmos, Samuel y Levítico. Con el tiempo se descubrieron en estas cavernas fragmentos de todos los libros del Antiguo Testamento, con excepción de Ester. Otros libros hebreos representados por los rollos y fragmentos son obras apócrifas y seudoepigráficas que ya se conocían, libros de naturaleza sectaria desconocidos hasta entonces y algunas obras de carácter secular. La escritura usada en estas obras es consonántica, puesto que en esa época los hebreos todavía no usaban las vocales.
El estudio de estos rollos ha originado una nueva rama de las ciencias bíblicas. Aún hoy, décadas después del descubrimiento de la primera caverna de Qumran, no han sido publicados todos los manuscritos descubiertos. Sin embargo los artículos y libros que tratan de los rollos del Mar Muerto se cuentan por miles, y la bibliografía correspondiente al material que se ha publicado ya constituye varios volúmenes. Una revista erudita, la Revue de Qumran, se dedica exclusivamente al estudio de estos rollos. Esto constituye una muestra del interés que los eruditos y especialistas en los asuntos bíblicos tienen en los rollos del Mar Muerto.
Cuando se excavaron esas ruinas, se descubrió que había existido allí la parte principal de una comunidad constituida por una secta judía sumamente estricta, probablemente los esenios. Las excavaciones arrojaron mucha luz acerca de la vida de la secta, cuyos miembros habían sido los propietarios de los rollos encontrados en el vecindario. En esta especie de monasterio los miembros de la secta trabajaban, comían, llevaban a cabo sus rituales religiosos y adoraban juntos a su Dios, aunque vivían en las cavernas circundantes.
Los edificios de Qumran fueron destruidos en la primera guerra entre los judíos y los romanos (años 66-76 DC). Probablemente los miembros de esa secta perecieron en esos años, porque a partir de entonces el grupo desapareció. Al parecer muchos de los rollos fueron ocultados en las cavernas ante la amenaza de destrucción. Los dueños nunca regresaron en busca de ese material.
Los manuscritos encontrados son de naturaleza variada.
En la primera caverna se encontró una copia completa y otra incompleta del libro de Isaías, una parte de un comentario sobre Habacuc y fragmentos del Génesis, Deuteronomio, Jueces y Daniel - todos escritos en el estilo de la escritura hebrea utilizada después del exilio en Babilonia - y fragmentos del Levítico en escritura preexílica.
En otras cavernas se encontraron grandes porciones de los Salmos, Samuel y Levítico. Con el tiempo se descubrieron en estas cavernas fragmentos de todos los libros del Antiguo Testamento, con excepción de Ester. Otros libros hebreos representados por los rollos y fragmentos son obras apócrifas y seudoepigráficas que ya se conocían, libros de naturaleza sectaria desconocidos hasta entonces y algunas obras de carácter secular. La escritura usada en estas obras es consonántica, puesto que en esa época los hebreos todavía no usaban las vocales.
El estudio de estos rollos ha originado una nueva rama de las ciencias bíblicas. Aún hoy, décadas después del descubrimiento de la primera caverna de Qumran, no han sido publicados todos los manuscritos descubiertos. Sin embargo los artículos y libros que tratan de los rollos del Mar Muerto se cuentan por miles, y la bibliografía correspondiente al material que se ha publicado ya constituye varios volúmenes. Una revista erudita, la Revue de Qumran, se dedica exclusivamente al estudio de estos rollos. Esto constituye una muestra del interés que los eruditos y especialistas en los asuntos bíblicos tienen en los rollos del Mar Muerto.