DANIEL ALEJANDRO FLORES

58.08. Tabla de Pesas

Los pesos término medio que se usarán en nuestros estudios al convertir pesas del AT a equivalentes modernos serán los siguientes:

58.07. Gera

Literalmente "poroto" (frijol) o "grano".

Este era el peso hebreo más pequeño, la vigésima parte de un siclo:

"Esto dará todo aquel que sea contado; medio siclo, conforme al siclo del santuario. El siclo es de veinte geras. La mitad de un siclo será la ofrenda a Jehová" (Éxodo 30: 13).

"Y el siclo será de veinte geras" (Ezequiel 45: 12).

Puede resultar útil dar una lista de los distintos pesos según han sido descubiertos en Ugarit, donde se han hallado más pesas que en cualquier otro lugar palestino o sirio (Syria, t. 18 [1937], págs. 147-151).

58.06. Beka

Del Heb. beqa'

"Y cuando los camellos acabaron de beber, le dio el hombre un pendiente de oro que pesaba medio siclo [beqa'] , y dos brazaletes que pesaban diez" (Génesis 24: 22).

"medio siclo [beqa'] por cabeza, según el siclo del santuario; a todos los que pasaron por el censo, de edad de veinte años arriba, que fueron seiscientos tres mil quinientos cincuenta" (Éxodo 38: 26).

Este peso de medio siclo está representado por pesas grabadas verdaderas halladas en excavaciones realizadas en Palestina. Su peso varía entre 5,8 a 6,1 g (O. R. Sellers, The Citadel of Beth-zur [1933], pág. 60).

Un shekel de 11,4 g significaría un beka de 5,7 g.

58.05. Pim

Del Heb. pym, un peso equivalente a 2 /3 del siclo.

Pym aparece en 1 Samuel 13: 21 ["pim" en la RV]:

"Y el precio era un pim por las rejas de arado y por los azadones, y la tercera parte de un siclo por afilar las hachas y por componer las aguijadas".

Un "pim" era el precio que los filisteos cobraban por afilar las herramientas de los israelitas.

En las excavaciones hechas en Palestina se han hallado pims grabados que pesan de 7,26 a 7,60 g.

Un ejemplar descubierto en Jerusalén que pesa 8,39 g (Palestine Exploration Quarterly, vol. 97 [1965], pág. 129) posiblemente está sin terminar, y por lo tanto tiene exceso de peso.

58.04. Nesef

Esta es una pesa palestina que, aunque parezca raro, no se menciona en la Biblia.

Se han hallado varios ejemplares grabados de la misma, que pesan de 8,8 a 9,9 g.

No se conoce el significado de nesef. Tampoco se sabe si es un siclo liviano o si se basa en un sistema enteramente distinto.

58.03. Siclo

Esta palabra proviene del hebreo sheqel y se relaciona con el shiqlu acadio. Afortunadamente Kathleen Kenyon encontró en 1963, en Jerusalén, 16 pesas con sus valores escritos en siclos.

Estas pesas, algunas nuevas y otras moderadamente gastadas, varían de 10,88 g a 11,59 g. (Ver Palestine Exploration Quarterly, t. 97, 1965, págs. 129-132.)

La mina de 469 gramos de Ugarit demuestra que en ese lugar el siclo pesaba alrededor de 9,38 g. Una pesa de ocho minas hallada en Tell Beit Mirsim, Palestina, nos da un siclo de 11,4 g, el que no está muy lejos de un promedio si se toma en consideración las pesas de Jerusalén mencionadas en otro lugar y varios otros siclos palestinos cuyos pesos varían entre 10,2 g y 12 g.

Estas variaciones pueden deberse a las diferentes localidades y épocas de las que proceden estas pesas. En nuestros estudios del AT se usará el valor de 11,4 g porque se relaciona con la mina de Tell Beit Mirsim y constituye una aproximación razonable dentro de la amplitud de valores para los diferentes siclos.

58.02. Mina

De maneh, que generalmente se traduce "libra" en la RV:

"Asimismo hizo trescientos escudos de oro batido, en cada uno de los cuales gastó tres libras de oro; y el rey los puso en la casa del bosque del Líbano" (1 Reyes 10: 17).

"Según sus fuerzas dieron al tesorero de la obra sesenta y un mil dracmas de oro, cinco mil libras de plata, y cien túnicas sacerdotales" (Esdras 2: 69).

"Los cabezas de familias dieron para el tesoro de la obra veinte mil dracmas de oro y dos mil doscientas libras de plata. Y el resto del pueblo dio veinte mil dracmas de oro, dos mil libras de plata, y sesenta y siete vestiduras sacerdotales" (Nehemías 7: 71, 72).

Se traduce "mina" en Ezequiel 45: 12, ("Y el siclo será de veinte geras. Veinte siclos, veinticinco siclos, quince siclos, os serán una mina") pero aquí el texto hebreo es oscuro.

Entre los hebreos la mina equivalía a 50 siclos, aunque no puede citarse ningún texto para comprobar esta afirmación, fuera de Ezequiel 45: 12 en la versión de los LXX: και το σταθμιον εικοσι οβολοι οι πεντε σικλοι πεντε και οι δεκα σικλοι δεκα και πεντηκοντα σικλοι η μνα εσται υμιν.

Se han hallado en Ugarit pesas de minas hechas de metal en forma de toros acostados. Pesan 469 g (Syria, t. 18 [1937], págs.147-151). La mina ugarítica era pues más pesada que la mina egipcia de 437 g, pero más liviana que las dos minas de Babilonia, que pesaban 491 y 505 g.

La base de los valores empleados aquí es una mina de aproximadamente 570 g, derivada de un peso de 8 minas de 4.565 g encontrado enTell Beit Mirsim, en Palestina (Annual of the American Schools of Oriental Research, t. 21/22 [1943], págs. 76-78).

58.01. Talento

Equivalente al Hebreo Kikkar o el kkr, que significaba "disco".

Recibió este nombre porque era usado en el comercio en forma de discos metálicos con una perforación en el centro. Así se representan los talentos en los monumentos egipcios y mesopotámicos.

El talento babilónico equivalía a 3.600 siclos, y a 3.000 el talento hebreo (ver Exo. 38: 25-27).

La existencia de este talento más liviano se ha comprobado en fuentes que no son bíblicas mediante un texto de la ciudad de Ugarit (Ras Shamra) del norte de Siria, en el cual se da una lista de productos que alcanzaban a un total de 6.600 siclos. Puesto que se da el total como "dos talentos, 600 siclos", es evidente que un talento sirio era igual a 3.000 siclos (Syria, t. 15 [1934], págs. 137-141).

58.00. Pesas, Medidas y Valores Monetarios en el AT. - Introducción

El estudio de los sistemas antiguos de pesas, medidas y valores monetarios de antaño presenta un cuadro confuso para el estudiante del mundo antiguo.

Mientras que los autores clásicos, Josefo y otros escritores posteriores, fueron las únicas fuentes de información sobre el tema, sólo podría ser aproximada la conversión de valores antiguos en sus equivalentes modernos.

Posteriormente, las expediciones arqueológicas al Cercano Oriente han descubierto verdaderas pesas de metal y de piedra, en algunos casos con los nombres grabados en ellas, monedas y textos que describen las medidas y el dinero que se usaban.

De allí que estemos en una posición mucho mejor ahora que hasta hace pocos años para comprender las referencias antiguas a diversos productos.

57.08. Ba'al

El nombre ba'al, "baal", que también significa "señor", "dueño", es común en el Antiguo Testamento, usándose generalmente como título de deshonra, por ser el nombre dado a los dioses paganos.

Aparece casi siempre usado en nombres compuestos como Jerobaal, Es-baal y Merib-baal.

Pero también se lo aplica a Jehová, traduciéndose "marido":

"Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado" (Isaías 54: 5).

Por lo tanto, se usa la forma femenina -Beula- para indicar la iglesia, la esposa de Dios:

"Nunca más te llamarán Desamparada, ni tu tierra se dirá más Desolada; sino que serás llamada Hefzi-bá, y tu tierra, Beula; porque el amor de Jehová estará en ti, y tu tierra será desposada" (Isaías 62: 4).

Se usan otros títulos como 'El-sur, que se traduce "Fuerte" de Israel (Isaías 30:29; etc.) y "Roca" (2 Samuel 23: 3; etc.); pero quizá éstos no puedan llamarse nombres propios.

57.07. 'Elyon y marom

Hay otros dos títulos que expresan la idea de "Altísimo", "Exaltado":

Uno es 'Elyon, del verbo "levantarse".

Ejemplos:

"Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo... Y respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano a Jehová Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra" (Génesis 14: 18, 19, 20, 22).

"Dijo el que oyó los dichos de Jehová, Y el que sabe la ciencia del Altísimo, El que vio la visión del Omnipotente; Caído, pero abiertos los ojos" (Números 24: 16).

"Y tronó desde los cielos Jehová, Y el Altísimo dio su voz" (2 Samuel 22: 14).

"Alabaré a Jehová conforme a su justicia, Y cantaré al nombre de Jehová el Altísimo" (Salmo 7: 17).


"Me alegraré y me regocijaré en ti; Cantaré a tu nombre, oh Altísimo" (Salmo 9: 2).

"Tronó en los cielos Jehová, Y el Altísimo dio su voz; Granizo y carbones de fuego" (Salmo 18: 13).

"Por cuanto el rey confía en Jehová, Y en la misericordia del Altísimo, no será conmovido" (Salmo 21: 7).

"Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios, El santuario de las moradas del Altísimo" (Salmo 46: 4).

"Porque Jehová el Altísimo es temible; Rey grande sobre toda la tierra" (Salmo 47: 2).

El título "Altísimo" de Salmo 92: 8 ("Mas tú, Jehová, para siempre eres Altísimo") y Miqueas 6: 6 ("¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año?") se deriva de otra palabra hebrea, marom, de raíz diferente, "elevarse", "ser exaltado".

57.06. 'Adonai

Se usa unas 300 veces la palabra hebrea 'adon en el Antiguo Testamento. Generalmente se la traduce "señor". Se usa para referirse al dueño de una propiedad, al jefe de familia, o al gobernador de una provincia.

En 1 Reyes 16: 24 se traduce "dueño": "Y Omri compró a Semer el monte de Samaria por dos talentos de plata, y edificó en el monte; y llamó el nombre de la ciudad que edificó, Samaria, del nombre de Semer, que fue dueño de aquel monte".

Es un título de jerarquía, honor y autoridad:

"Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo?" (Génesis 18: 12).

"Y dijo: Oh Jehová, Dios de mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro, y haz misericordia con mi señor Abraham" (Génesis 24: 12).

"Llegué, pues, hoy a la fuente, y dije: Jehová, Dios de mi señor Abraham, si tú prosperas ahora mi camino por el cual ando" (Génesis 24: 42).

"Si su amo le hubiere dado mujer, y ella le diere hijos o hijas, la mujer y sus hijos serán de su amo, y él saldrá solo" (Éxodo 21: 4).

"Entonces respondió Josué hijo de Nun, ayudante de Moisés, uno de sus jóvenes, y dijo: Señor mío Moisés, impídelos" (Números 11: 28).

"Y Ana le respondió diciendo: No, señor mío; yo soy una mujer atribulada de espíritu; no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová" (1 Samuel 1: 15). Etc.

Cuando se aplica este término a Dios, se le da la forma 'Adonai. Aparece por primera vez en los siguientes textos:

"Y respondió Abram: Señor Jehová ('Adonai Yehowah), ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer?" (Génesis 15: 2).

"Y él respondió: Señor Jehová ('Adonai Yehowah), ¿en qué conoceré que la he de heredar?" (Génesis 15: 8).

"Y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo" (Génesis 18: 3).

Hace resaltar su posición como señor y dueño, también el derecho que tiene de ser obedecido.

'adon algunas veces aparece en conjunción con Yehowah, traduciéndose "Jehová el Señor":

"Tres veces en el año se presentará todo varón delante de Jehová el Señor" (Éxodo 23: 17).
"Tres veces en el año se presentará todo varón tuyo delante de Jehová el Señor, Dios de Israel" (Éxodo 34: 23).

También aparece en combinación con 'Elohim
"Muévete y despierta para hacerme justicia, Dios mío y Señor mío, para defender mi causa" (Salmo 35: 23).

"Porque en ti, oh Jehová, he esperado; Tú responderás, Jehová Dios (Adonai 'Elohim) mío" (Salmo 38: 15 RV). "Yo, Señor, espero en ti; tú, Señor y Dios mío, serás quien responda" (NVI).

El título 'Adonai se encuentra además en la expresión "Señor de toda la tierra" (Josué 3: 11, 13; Salmo 97: 5; Zacarías 4: 14; 6: 5; Miqueas 4: 13).

57.05. "Yehowah" en nombres compuestos

El nombre Yehowah aparece también en nombres compuestos que manifiestan más plenamente el poder redentor y preservador de Dios con relación a su pueblo.

Tal es la frase Yehowah-yir'eh, literalmente, "Dios verá" (Génesis 22: 14), que significa "Dios proveerá" (vers. 8). (La palabra "proveer" implica ver por adelantado.) El punto en el cual fue probada la fe de Abrahán no fue si Dios aparecería, sino si Dios proveería. Contiene la promesa de que Dios proveería el sacrificio necesario para la expiación. Este nombre compuesto es el fundamento mismo del plan de salvación.

En Eze. 48: 35 se encuentra la expresión: "Jehová-sama", que en hebreo se lee Yehowah shammah, y que significa "Jehová está allí". Esto sugiere la presenciade Jehová entre su pueblo. Al igual que la expresión usada por Agar respecto de Jehová, 'El-ra'i, que es literalmente "Dios que me ve" (Génesis 16: 13), éste es casi un título.

Otras frases descriptivas hebreas tienen un uso similar:

Yehowah-ro'i, "Jehová mi pastor" (Salmo 23: 1);

Yehowah-rop'eka, "Jehová tu médico" (Éxodo 15: 26);

Yehowah-tsideqenu, "Jehová nuestra justicia" (Jeremías 23: 6);

Yehowah-shalom, "Jehová paz" (Jueces 6: 24).

Todos estos títulos ayudan a expresar la parte que Dios desempeña en el plan de salvación.

Hay otros nombres que sugieren la lucha del creyente:

Yehowah-nes, "Jehová bandera". El sustantivo nes, "bandera", "señal", "estandarte", implica un punto en torno al cual se concentran las tropas.

El título Yehowah-tsebaoth, "Jehová de los Ejércitos" (por primera vez en 1 Samuel 1: 3), lo destaca como Comandante en jefe de todos los seres creados, como Aquel que llevará a toda su creación a la victoria final (Romanos 9: 29; Santiago 5: 4). Este título también aparece bajo la forma 'Elohim-tsebaoth (Salmo 80: 7, 14, 19; Amós 5: 27).

El título "Jehová de los ejércitos" es quizá el más sublime de los títulos divinos. Sugiere un pleno control y señorío sobre el universo entero. Un hermoso ejemplo de esto se halla en Salmo 24: 9, 10, donde se lee literalmente:"Levantad, puertas, vuestras cabezas; y levantaos, puertas de eternidad, y entrará el Rey de gloria. ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová de los ejércitos; él es el Rey de la gloria" (cf. 2 Samuel 7: 26; Salmo 46: 7; 48: 8; Zacarías 2: 9).

57.04. YHWH

El título divino más común en el Antiguo Testamento (6.521 veces) es la palabra sagrada YHWH (que algunas veces se translitera JHVH), llamada Tetragrámaton, es decir, "cuatro letras", refiriéndose a las cuatro consonantes que la componen. (En el hebreo antiguo se escribían solamente las consonantes de las palabras).

YHWH aparece en la RV-1960 como "Jehová". Los judíos consideraban tan sagrado el título YHWH que ni al leer las Escrituras lo pronunciaban, a fin de no profanar, ni siquiera involuntariamente, el nombre del Señor ("Y el que blasfemare el nombre de Jehová, ha de ser muerto; toda la congregación lo apedreará; así el extranjero como el natural, si blasfemare el Nombre, que muera." Lev. 24: 16). Decían en su lugar la palabra 'Adonai. En consecuencia, se perdió la verdadera pronunciación de YHWH. Se piensa, sin embargo que pudo haber sido Yahweh.

Unos pocos siglos después de Cristo, ciertos eruditos judíos, llamados masoretas, añadieron vocales al hebreo escrito a fin de preservar el conocimiento del idioma hablado. En ese tiempo añadieron a las consonantes YHWH las vocales de la palabra 'Adonai. Esto dio lugar a que la palabra se leyera literalmente Yehowah, transliterada en castellano como "Jehová".

Al no conocer cuál era el sonido vocálico original de YHWH, los masoretas se propusieron entonces llamar la atención al hecho de que la palabra debía leerse 'Adonai. Por eso un lector judío bien informado, al encontrarse con la palabra Yahweh, leía 'Adonai.

Los primeros traductores cristianos ignoraban esto, y simplemente transliteraron la palabra Yehowah, de donde tenemos la palabra "Jehová". Para evitar este problema, y siguiendo la tradición judía, en otros idiomas se usa el equivalente de "Señor". La RV - 1960 usa sistemáticamente la transliteración "Jehová".

Ha habido grandes diferencias de opinión entre los eruditos con respecto al origen, la pronunciación y el significado de la palabra YHWH. Posiblemente YHWH sea una forma del verbo hebreo "ser", y en este caso significaría "el que es", "el que existe por sí mismo". Algunos eruditos afirman que la forma verbal en este caso podría ser causativa, y que por lo tanto significaría "el que causa el ser"; o que interpretada mediante la frase 'Ehyeh 'asher 'ehyeh (Éxodo 3: 14), significaría "el que es o será", es decir, "el eterno".

Según esto, el título de Señor o Jehová comprende los atributos de la autoexistencia y la eternidad. Jehová es el Dios viviente, la Fuente de vida, en contraste con los dioses de los paganos que no tienen existencia aparte de la imaginación de sus adoradores (ver 1 Reyes 18: 20-39; Isaías 41: 23-29; 44: 6-20; Jeremías 10: 10, 14; 1 Corintios 8: 4).

Este nombre le fue revelado a Moisés en el monte Horeb (Éxodo 3: 14). Es el santo nombre del Dios que guarda su pacto, que ha hecho provisión para la salvación de sus hijos. Al igual que los otros títulos divinos, representa en hebreo el carácter divino de su relación personal con su pueblo.

Una profunda sensación de reverencia ante el sagrado carácter de los nombres de Dios se unía al vivo anhelo de los escribas de mostrar respeto por esos nombres. Bajo estas influencias, tomaban precauciones especiales para copiar fielmente los nombres divinos. Se detenían un momento antes de escribir las letras sagradas. Y el nombre que era considerado por sobre todos los otros como nombre personal de Dios, era Yehowah.

La expresión "palabra de Jehová" es muy común en el Antiguo Testamento. Se la encuentra en Génesis 15: 1, en un capítulo donde el nombre 'Elohim no aparece.

Jehová es el nombre del pacto. Es el nombre bajo el cual Dios se acercaba a los hombres para comunicarse con ellos (ver Génesis 18: 1, 2; 28: 13-17; Éxodo 33: 9-11; 34: 6, 7).

57.03. 'El-Shaddai

A menudo aparece 'El como parte de palabras compuestas usadas como títulos de Dios.

Un ejemplo de esto es 'El-Shaddai.

Este título sugiere la abundante bondad de Dios, las bendiciones temporales y espirituales con las cuales enriquece a su pueblo.

Otros creen que Shaddai viene de una raíz que significa "ser violento", "despojar", "devastar". Este término, aplicado a Dios, significaría "mostrar poder". Esto se expresa en la traducción "Dios Omnipotente" o "Dios Todopoderoso". Este nombre muestra a Dios como el Poderoso o el que da generosamente.

Shaddai aparece por primera vez en Génesis 17: 1, 2, 4, 6.

La traducción literal de este pasaje sería: "Jehová se le apareció a Abram, y dijo: Yo soy 'El-Shaddai; camina delante de mí y sé perfecto. Y yo haré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera... y serás padre de una multitud de naciones... y te haré fructificar en gran manera".

Este nombre aparece nuevamente en Génesis 28: 3, donde Isaac dice que 'El-Shaddai bendeciría a Jacob, que lo haría fructificar y lo multiplicaría.

En Génesis 35: 11; 43: 14 y 49: 25, se encuentran promesas similares de parte de 'El- Shaddai. Tales pasajes sugieren la liberalidad de Dios: 'El, Dios de poder y autoridad, y Shaddai, Dios de riquezas inagotables, las cuales concede a los hombres.

57.02. 'El

Para referirse al único Dios verdadero se usa más de 200 veces la palabra 'El, forma más simple, y supuestamente más antigua de 'Elohim.

Moisés, David e Isaías parecen haber tenido especial preferencia por este nombre.

Algunas veces se usa con el artículo, como en la expresión "el Dios de Bet-el" (Génesis 31: 13; cf. 35: 1, 3), y "el Dios de tu padre" (Génesis 46: 3). También en este pasaje se pone el énfasis en aquel que es Todopoderoso, el Omnipotente, el único verdadero Dios.

Otras formas elementales, tales como 'Elah y 'Eloah aparecen en varios textos, como variantes de una misma raíz, que expresan siempre la idea de poder y fuerza.

57.01. 'Elohim

Un título general para "Dios", que aparece más de 2.500 veces, es 'Elohim.

Esta palabra tiene forma de plural, aunque cuando se refiere a Dios, generalmente aparece con el verbo en singular. Algunos eruditos asocian este término con el verbo árabe "temer", "reverenciar", en el sentido de que muestra a Dios como el Ser Supremo, a quien se debe reverencia. La raíz de esta palabra implica "fuerza", "poder", "capacidad". Se usa por primera vez con referencia a Dios como Creador (Génesis 1: 1). La obra de la creación es una demostración asombrosa del poder y de la majestad de Dios, de la omnipotencia divina en acción. El poder creador de Dios despierta en el hombre un temor reverente y un sentido de dependencia total. El nombre 'Elohim representa al Dios que se ha revelado por sus poderosas obras en la creación.

Al referirse a Dios, se usa el sustantivo 'Elohim casi exclusivamente en plural. Algunos han entendido que aquí se deja traslucir la doctrina de la Trinidad. Fue 'Elohim quien dijo: "Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza" (ver com. de Gén. 1: 26). Este uso del plural sugiere ciertamente la plenitud y las múltiples capacidades de los atributos divinos. Al mismo tiempo, el uso constante de la forma singular del verbo recalca la unidad de la Deidad y constituye una reprensión para el politeísmo.

En algunas ocasiones se usó la denominación 'Elohim para referirse a hombres que estaban ocupando la importante posición de voceros de Dios. Por ejemplo, Dios le dijo a Moisés que debía ser para su hermano Aarón "en lugar de Dios ['Elohim]" (Éxodo 4: 16). Dios le dio su mensaje a Moisés, quien se lo dio a Aarón, y él a su vez se lo transmitió a Faraón. Esto se ve nuevamente en Éxodo 7: 1, donde Dios le dice a Moisés: "Mira, yo te he constituido dios ['Elohim] para Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta". Estos hombres de responsabilidad eran los representantes del único verdadero 'Elohim, de Aquel que por su gran poder creó todas las cosas, y que por lo tanto es digno de toda reverencia, temor piadoso y culto de parte de los hombres creados.

También se usa la palabra 'Elohim para referirse a "jueces" (Éxodo 21: 6; 22: 8, 9) teniendo en cuenta su función como representantes de Dios.

57.00. Los Nombres de Dios en el Antiguo Testamento

Los títulos de Dios presentados en los Escritos inspirados revelan su carácter y los atributos que posee como Dios. Un estudio del significado de los diversos nombres bajo los cuales Dios ha querido revelarse aclara la naturaleza de su trato con el hombre.

La palabra hebrea shem, "nombre", puede muchas veces traducirse como "persona". Lo mismo ocurre en el Nuevo Testamento. La frase "bendito el que viene en el nombre del Señor" -ευλογημενος ο ερχομενος εν ονοματι κυριου- (Marcos 11: 9) se refiere sin duda a Jesucristo como representante personal de Jehová. "Bendito", ευλογημενος [eulogêmenos] - (Perfecto del Participio Pasivo, Nominativo singular masculino de ευλογεω [eulogeô]), significa "que ha sido bendecido y sigue siendo bendecido".

Otro ejemplo: "Muchos creyeron en su nombre" (Juan 2: 23). Es decir, aceptaron por la fe la revelación de su persona y la obra que les propuso. Creyeron en su persona y lo aceptaron. De esta manera en el Nuevo Testamento el nombre de Cristo indica lo que él es. "Su nombre se había hecho notorio" (Marcos 6: 14) indica que se habían difundido las noticias acerca de Cristo y de su obra.

En la Biblia hebrea textos tales como Éxodo 3: 14, 15; 6: 3; 34: 14; Jeremías 10: 16; 33: 16, etc., son ejemplos de cómo el nombre divino lleva consigo la idea de carácter.

Shem, "nombre", originalmente quería decir "señal" o "prenda". El nombre es la señal, o la prenda de aquel que la lleva. Describe a la persona; le es característico.

En el griego ονομα [onoma], "nombre", viene de la misma raíz de la cual proviene la palabra que se traduce "mente" y el verbo "conocer" (γινωσκω [ginôskô]). En forma similar, la palabra sánscrita naman, "nombre", se deriva del verbo gna, "conocer". Por lo tanto, el nombre es equivalente a una"señal", o "prenda", por la cual se conoce algo.

Estos hechos son especialmente valederos en lo que se refiere a los nombres de las Personas de la Deidad. Indican su carácter y sus atributos; constituyen una revelación de las Personas divinas. Por lo tanto, los títulos de Dios son una expresión y revelación de Dios en su relación personal con los hombres mediante el plan de salvación.
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